COVID and Tele-education

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The COVID- 19 pandemic has been an unexpected phenomenon that has affected millions of people in socioeconomic, labor and family aspects, and education has not been the exception. The lockdown  of educational institutions and the proposal of tele-education as a replacement for face-to-face education has had an impact on teaching and learning.  To this day, this change poses technological, pedagogical and competency challenges for both teachers and students. 

The results and obstacles of this new normal will depend on the adaptation capacity of each institution, the implementation of technological resources and the transfer of competencies, since teaching in basic education is not the same as teaching in special, initial or higher education.

Photo by Chris Montgomery

In the readings on “Human Dignity and Totalitarianism” and the statements of the “Pink Flyer”, of the first chapter of the Certified Training Program, the importance of the integral education of the human person to guarantee the development of society is mentioned, as well as the purpose of WYA and what happened in the conference on Population and Development of the United Nations. Anna Halpine, WYA Founder,  proposes to discuss other more important needs for the world population, such as: access to drinking water, sanitation, education, asylum, etc.; also with her participation they reaffirmed that the complete development of the person includes the moral, spiritual, emotional, intellectual and physical dimension. The major concerns are issues related to education, family, employment and development, aspects that have been influenced by the COVID 19 pandemic. 

In the Latin American and Caribbean region, regardless of the level of education, the concern is the digital gap and limited access to technologies; many students have difficulty accessing computers or do not have sufficient connectivity, which causes inequalities in learning to widen, marginalization to increase and students to be limited in continuing their studies. For example, in this region, the pandemic has affected approximately 23.4 million higher education students and 1.4 million teachers, representing approximately 98% of the higher education student and teacher population. 

In this case, the virtual modality should be considered as a tool to help in the face of this crisis, and not as a new educational paradigm. If so, the human dimension that is inherent to the integral formation of the person is put at risk, replacing the direct interaction between teachers and students is an involution, and it is my main concern, as a teaching assistant at the University of Piura tele-education represents for me a lot of professional responsibility and an excellent opportunity to innovate and propose hybrid learning, where synchronous and asynchronous learning are combined, this methodology is possible with the autonomous learning of students, the delivery of appropriate audiovisual material for each topic and class discussions and reflections. 

It should be recognized that the continuity of higher education fosters socioeconomic mobility, innovation and development, it is necessary for governments to establish national exit strategies for higher education. This strategy should encourage the recovery of curricular and extracurricular activities, implement the right measures to safeguard the equity of higher education and public health, take into account the learning obtained in this virtual period, and reflect on the validity of the traditional model of higher education.

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Published: July 27, 2021
Written by Maria Fernanda Díaz Cerdán, regional intern in Project Management at WYALA.

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El Covid y la Tele-educación

La pandemia del COVID- 19 ha sido un fenómeno inesperado que ha afectado a millones de personas en aspectos socioeconómicos, laborales, familiares, y la educación no ha sido la excepción. El cierre de las instituciones educativas y la propuesta de tele educación como reemplazo de la educación presencial ha repercutido en la enseñanza-aprendizaje.  Hasta el día de hoy, este cambio   plantea retos tecnológicos, pedagógicos y de competencias, tanto para los profesores como el alumnado. 

Los resultados y obstáculos de esta nueva normalidad dependerán de la capacidad de adaptación de cada institución, la implementación de recursos tecnológicos y la transferencias de competencias; no es lo mismo impartir clases en educación básica, que en educación especial, inicial o superior.

Foto de Chris Montgomery

En las lecturas sobre “Dignidad humana y totalitarismo” y las declaraciones del “Folleto rosa”, del primer capítulo de  Certified Training Program, se menciona sobre la importancia de la educación integral de la persona humana para garantizar el desarrollo de la sociedad, también se comenta el propósito de WYA y lo sucedido en la conferencia sobre Población y Desarrollo de las Naciones Unidas. Anna Halpine, fundadora de WYA, propone discutir otras  necesidades más importantes para la población mundial, como: el acceso al agua potable, sanidad, educación, asilo, etc; además con su participación reafirmaban que el desarrollo completo de la persona incluye la dimensión moral, espiritual, emocional, intelectual y física. Las mayores preocupaciones son asuntos relacionados con educación, familia, empleo y desarrollo, aspectos que se han visto influenciados a causa de la pandemia del COVID 19. 

En la región de América Latina y el Caribe, independientemente del nivel de educación, la preocupación es la brecha digital y el acceso limitado a las tecnologías, muchos estudiantes tienen dificultades para acceder a computadores o no cuentan  con suficiente conectividad, lo cual genera que las desigualdades en el aprendizaje se amplíen, aumente la marginación y los estudiantes se vean limitados a continuar con sus estudios. Por ejemplo, en esta región, la pandemia ha afectado  aproximadamente a  23,4 millones de estudiantes de educación superior y a 1,4 millones de docentes, esto representa, aproximadamente, más del 98% de la población de estudiantes y profesores de educación superior. 

En este caso, la modalidad virtual debe ser considerada como herramienta  de ayuda ante esta crisis, y no como un nuevo paradigma educativo. Si así fuese, se pone en riesgo la dimensión humana que es inherente a la formación integral de la persona, reemplazar la interacción directa entre profesores y alumnos supone una involución, y es mi principal preocupación, como asistente de cátedra de la Universidad de Piura la tele educación representa para mi mucha responsabilidad profesional  y una excelente oportunidad para innovar y  proponer aprendizajes híbridos, donde haya sinergia de  aprendizajes sincrónicos y asincrónicos, esta metodología es posible con el aprendizaje autónomo de los estudiantes, la entrega de material audiovisual  apropiado para cada tema y las discusiones y reflexiones en clase. 

Se debe reconocer que la continuidad de la educación superior fomenta la movilidad socioeconómica, la innovación y desarrollo, es necesario que los gobiernos establezcan estrategias nacionales de salida de la crisis para la educación superior. Esta estrategia debería  fomentar la recuperación de las actividades  curriculares y extra-curriculares, implementar las medidas correctas para salvaguardar la equidad de la educación superior y la salud pública,  tener en cuenta el aprendizaje obtenido en este período virtual, y reflexionar  acerca de la vigencia del modelo tradicional de educación superior. 

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Publicado: 27 de julio de 2021
Escrito por Maria Fernanda Díaz Cerdán, pasante regional en Gestión de proyectos de la WYALA.

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References/Referencias: 

El Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC). (2020). COVID-19 y educación superior: De los efectos inmediatos al día después. Análisis de impactos, respuestas políticas y recomendaciones.

 

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