1. ¿A cuántos trabajadores del sexo se les ha diagnosticado VIH o alguna ETS? R. Las encuestas no cuentan a los trabajadores del sexo porque son excluidos de la población en estudio.
2. ¿Tenemos a algún trabajador del sexo entre los expositores? R. Sólo la señora contestó diciendo que sí, que ella es una trabajadora del sexo. En lo personal, yo a ella la vi más como una persona que trabaja en la reclutamiento de jóvenes chinos y extranjeros para ser trabajadores del sexo (una chula como muchos dirían) que una trabajadora del sexo en sí. Ella difícilmente podía caminar (puesto que usaba una silla de ruedas) y se le veía que ya tenía una edad avanzada. En este tipo de trabajos se les deja de emplear por edad y estado físico.
3. ¿Qué tipo de visa se les solicita a estos trabajadores sexuales? R. ¿Qué piensas, qué tipo de visas pedimos? Jamás diremos que es para que trabajen como trabajadores del sexo en estos países, es estúpido! Cómo crees que obtuvimos la visa para venir a Viena?
4. ¿Qué sucede con aquellas personas que desean dejar de trabajar en este ámbito? ¿Existen servicios sociales para hacer una tipo de transición para un nuevo trabajo? R. Ni ella ni ninguno de los otros dos expositores contestaron esta pregunta.
5. ¿Qué hacen ustedes cuando un(a) trabajador(a) social es víctima de algún abuso, ya sea físico o sexual? ¿Acuden a la policía? R. Ninguno contestó esta pregunta.
6. ¿Qué dice o hace el gobierno de China con respecto a esos anuncios publicados en periódicos? Se sabe que el gobierno Chino tiene bajo una lupa a cualquier acción no apoyada por ellos, ¿cómo hacen entonces ustedes para publicar estos anuncios? R. Uno de los expositores chinos contestó que ‘sólo en periódicos locales se publica, nunca en periódicos nacionales y que pues bueno, también tenemos una manera para publicarlos clandestinamente’.
7. ¿Tienen algún tipo de información o datos del porqué estas personas quieren ser trabajadores del sexo? R. La señora contestó diciendo ‘nunca preguntamos porqué quieren ser trabajadores sexuales, por que ‘es mi cuerpo, mi decisión’.
Finalmente, hice un comentario sobre el uso del preservativo dado que se habló sobre que el uso de éste, es considerado como único medio preventivo para el contagio del VIH. Mencioné que la campaña del uso del preservativo debe ser cambiado, especialmente en trabajadores del sexo. Y cité el último párrafo de ‘Esperanza’, que nuestra directora legal, Becky Machina publicó días antes ‘Un preservativo no va proteger a un trabajador sexual del abuso físico, de la adicción a las drogas, la estigmatización, la discriminación, y la enajenación. Por sí sólo, simplemente podrá hacer de él o ella una mercancía o un vector de la enfermedad’.
Las respuestas fueron respondidas en el mismo orden en las que yo las planteé, sin embargo, pueden notar que dos de ellas fueron ignoradas porque eran comprometedoras y cuestionaban este tipo de trabajo, que en gran parte es clandestino y que se presta para el tráfico humano y explotación.
Por supuesto, mi comentario sobre el uso del preservativo terminó por alterar a la trabajadora del sexo, diciendo como conclusión que ‘el preservativo es lo único que nos protege’. En definitiva, la señora optó por omitir lo que en realidad decía en la frase y respondió de la manera que le convenía.
Como ustedes podrán haber leído, mis preguntas fueron consideradas básicas o simples, sin embargo para los expositores fueron de cierta manera difíciles de contestar. Terminada la reunión y sin más nadie que haya hecho pregunta -debido al corto tiempo en la sesión de preguntas y respuestas- la señora optó por invitarme al estante de trabajadores para el sexo para contestar el resto de mis preguntas, mofándose que le había hecho como 20 y que no le alcanzaba el tiempo para contestarlas en público. Una hora más tarde fui al estante, pero ya ella no se encontraba allí.
Sin más nada que agregar que tan sólo la gran gratitud a la Alianza Mundial de la Juventud por hacerme partícipe de esta conferencia, donde el aprendizaje que obtuve fue más del que esperaba, me despido cordialmente,
Luz Cardona Canales.
WYA Europe
*La Fundación del Español Urgente recomienda que se escriba sida en minúsculas y que no se confunda este término con la sigla VIH.
La palabra sida se formó como acrónimo de «síndrome de inmunodeficiencia adquirida». Debido al uso, ya se ha convertido en un sustantivo común, por lo que la Fundéu aconseja que se escriba con minúsculas, y no SIDA.
Así, en ejemplos como «Los enfermos de SIDA reclaman confidencialidad y menos rechazo» o «Todos contra el SIDA este 1° de diciembre», sería más adecuado escribir «Los enfermos de sida reclaman confidencialidad y menos rechazo» y «Todos contra el sida este 1° de diciembre».
Asimismo, la Fundación del Español Urgente recuerda que no debe emplearse sida como sinónimo de VIH pues sida es el nombre de la enfermedad, y la sigla VIH (virus de inmunodeficiencia humana) designa al virus que la causa.