Cualquier parecido a la actualidad Latinoamérica, “no” es pura casualidad!

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Por Carlos Cáceres Sarubbi

Análisis – El poder de los sin poder, Vaclav Havel.

Los acontecimientos de la semana pasada en Paraguay, tales como el Encuentro Latinoamericano “Jóvenes por el Cambio”, las declaraciones el canciller nacional Lacognata con tintes completamente socialistas, el comportamiento de gobierno de Chávez (Venezuela) frente a la OEA y la CIDH me lleva una reflexión ideológica sobre las tendencias de una socialismo emergente, un socialismo llamado hoy del siglo 21, evolucionado, adaptado a nuestros países… Pero aunque mono se vista de seda, mono se queda. O sea el socialismo ¿es el mismo que antes?

Esto me lleva a recordar a Vaclav Havel, que en su libro El poder de los sin Poder (The Power of the Powerless) explica la naturaleza de los regímenes totalitarios en Europa Oriental que, a diferencia de las dictaduras tradicionales, el bloque soviético ejercía su control a través de una superestructura ideológica en lugar de fuerza militar. O sea una evolución de las dictaduras de esas épocas.

Esto implicaba la “eliminación” de la realidad y la “creación” de una realidad “alternativa” de un supuesto “cambio” donde el resultado a largo plazo es que la persona humana se reducía, se despoja de su dignidad, de su libertad como ciudadano, se negaba su individualidad, un modelo de legislación pseudo-perfecta donde se fundamenta al hombre y no, como debe ser, el hombre como fundamento de esos derechos y obligaciones, los gobiernos se vuelven sordos a las exigencias reales del pueblo y proponen soluciones hasta caprichosas bajo el concepto de proactividad política para el desarrollo de pueblo con el “cambio” como discurso.

Pero hay maneras amigos míos que nos permitirían a persona reales, como menciona Havel, negar la realidad alternativa que podríamos estar viviendo los paraguayos o que viene venir. Cuando una cantidad suficiente de gente logre negar esa realidad, desvestir la apariencia, yla superestructura del poder, inevitablemente colapsaría o evolucionaría a un estructura representativa, pluralista y descentralizada, más bien decir democrática en el amplio sentido de la palabra.

Ya tuvimos experiencia en Paraguay de estructuras que colapsaron frente a una idea, pero es claro que esa idea no debe ser apariencia sino bien realidad, como también vivimos después, que las apariencias engañan pero la mentira tiene pata corta: no somos lo que aparentamos, somos lo que decimos, hacemos y proponemos. Somos un sujeto que toma postura y tiene un historia que contar, con una vocación personal. ¿Tú que historia tienes que contar? Este socialismo llamado del siglo 21 ¿qué postura tiene? ¿ Qué historia tiene que contar?


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